Tradicionalmente es un material sólido. En realidad la forma sólida es el compuesto "seco" o sin el agua que está involucrada durante la reacción mediante la cual se obtiene el jabón, y la forma líquida es el jabón "disuelto" en agua, en este caso su consistencia puede ser muy viscosa o muy fluida.
Pero todo ese desarrollo de productos químicos despertó también la preocupación por sus efectos en el medio ambiente. Aparecieron las primeras plantas de tratamiento de aguas y una mayor conciencia medioambiental puso en entredicho la inclusión de algunos compuestos químicos dañinos de los detergentes, como los fosfatos, y animó el desarrollo de los ingredientes biodegradables, que se eliminan con facilidad y pueden ser asimilados por algunas bacterias.
Por su parte, los jabones presentan la desventaja de que, si se usan en aguas duras, tienden a formar sales con los cationes de los metales dando lugar a “natas” que neutralizan su acción. Esas sales, también pueden ser insolubles, acumulándose como precipitados. El exceso de jabón utilizado precipita en forma de sales cálcicas de los ácidos grasos, arrastrando consigo la parte de la suciedad no soluble y formando emulsiones.
Otro aspecto contaminante de los jabones está basado en la lenta biodegradación de algunos de los compuestos que los constituyen, como los alquilbencenosulfonatos de cadena ramificada
Los
problemas ambientales que causan los detergentes radican, fundamentalmente, en
los aditivos que contienen como los blanqueadores, abrillantadores ópticos,
perfumes, bactericidas y agentes espumantes. Los aditivos que contienen en
mayor proporción son los “sulfatos” (tripolifosfato de sodio).
Efectos
de los detergentes en el agua
Forman
espumas: son más abundante en presencia de sales de calcio y también de
proteínas en el medio. Pueden contener bacterias y virus. Dificultan el
tratamiento de las aguas por problemas de operación en las plantas depuradoras.
Inhiben
la oxidación.
Alteran
de la transferencia y disolución del oxígeno entre la superficie y el aire,
dificultando la autodepuración de las corrientes de agua.
Perturban
la sedimentación.
Impiden
el desarrollo de las algas.
Alteran
el olor y sabor de las aguas potables
Efectos
tóxicos que dependen del tipo de detergente, sensibilidad de los
microorganismos y condiciones del medio acuático.
Efectos
de los detergentes en el suelo
Alteran
la permeabilidad del suelo facilitando la penetración de microorganismos en las
aguas subterráneas.
Efectos
tóxicos en los cultivos debido a la presencia de detergentes en las aguas de
regadío.
Detergentes
con fosfatos: Eutrofización
Cuando
se ha desechado un detergente fosfatado, los fosfatos son arrastrados por el
drenaje; la mayor parte de las plantas de tratamiento de aguas no están
diseñadas para eliminar fosfatos, por tanto, éstos pasan al agua a través del
efluente.
Los
fosfatos actúan como nutriente para las algas y plantas acuáticas, provocando
la degradación de las aguas naturales.
En los
lagos, al aumentar la cantidad de flora acuática, se dificulta o impide el
intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Se acumula, pues, gran cantidad de
material vegetal en descomposición en el fondo que da lugar a hacer menos
profundo el lago aumentando así su temperatura y cantidad de nutrientes. Puesto
que la descomposición se da en ausencia de oxígeno, se obtienen productos
secundarios como metano, amoníaco y sulfuro de hidrógeno que dan mal olor al
agua. Los peces también requieren oxígeno disuelto para sobrevivir y, como se
ha consumido, mueren. A largo plazo el lago se convierte en un pantano y más a
largo plazo, en un prado o en un bosque. Este proceso natural se ve acelerado
por la presencia de fosfatos.
A todo
el proceso anterior se le denomina como eutrofización del agua. Este problema
no es tan importante en las aguas corrientes, aunque también se da en embalses,
ríos y mares litorales.
Detergentes
sin fosfatos: Toxicidad
El
nitrilo del ácido triacético (NTA) posee biodegradación cambiante que requiere
oxígeno para ello. Se liberan productos con alto contenido en nitrógeno que,
además de facilitar la eutrofización del agua por ser nutrientes para las
plantas, resultan tóxicos debido a la formación de compuestos con iones
metálicos venenosos.
El NTA
no se degrada en condiciones anaerobias como las existentes en las fosas
sépticas.
Descontaminación
de Aguas
En las
zonas montañosas con desniveles adecuados, se usan canalizaciones en anillo en
las que se recolectan los desagües de las poblaciones del entorno y se llevan
fuera de los lagos. A la salida de los mismos se purifica el agua mecánica y
biológicamente.
Donde
no es posible la canalización en anillo se purifican las aguas de desagüe.
Durante la etapa de limpieza biológica, para eliminar los nitratos y fosfatos,
se utilizan sales de hierro y aluminio en lechada de cal que precipitan los
compuestos anteriores, siendo más fácil su eliminación. Así se evita la
eutrofización
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